Fiestas de interésLa Endiablada de Almonacid del MarquesadoLa Endiablada de Almonacid del Marquesado, está declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1969. El municipio celebra la Purificación de la Virgen, hecho conocido popularmente como La Candelaria, el 2 de febrero, y también conmemoran a San Blas, el día 3 de febrero. En este municipio, a diferencia de otros, se hace fiesta las dos jornadas. En realidad, sus vecinos viven todo el año en preparativos, pendientes de que lleguen estos frescos días invernales en que visten gorros de colores, máscaras, trajes estrambóticos, correajes y cencerros. Una vez así dispuestos, salen a la calle en la fiesta denominada “La Endiablada”.
"La
Endiablada"
está compuesta por un un grupo de hombres y niños de la localidad, a los que
se denomina "diablos", vestidos con una estrafalaria indumentaria a base de
blusa y pantalón de tela floreada en colores vivos. A la cintura llevan
colgando dos o tres cencerros de gran tamaño, que hacen sonar al andar; en
la cabeza, un gorro cilíndrico de flores el día de la Candelaria y una mitra
el día de San Blas, y en la mano, un palo o "cachiporra" que tiene en uno de
sus extremos tallada la efigie del diablo.
Este grupo, tras previas reuniones preparatorias, acude el día de la víspera
al anochecer a casa del "Diablo Mayor", punto de reunión obligado para
comenzar las actuaciones. Desde aquí, se dirigen a casa del alcalde para
pedirle permiso y poder actuar. Una vez conseguido, y tras ser agasajados,
dan su primera vuelta por el pueblo comenzando así los recorridos que, desde
tempranas horas de la mañana, invadirán el pueblo con el estruendoso ruido
de los cencerros.
En cuanto a la interpretación sobre el sentido de este desfile callejero, existen varias versiones. Una de ellas se refiere a que el papel de los "diablos" es ahuyentar al auténtico Satán, al que distraen con sus aspavientos para que no pueda atacar la pureza virginal de María. Por extensión, el acto se debió de ampliar, en algún momento histórico, a San Blas, puesto que la celebración es similar, salvo el cambio de gorro: redondo y con flores el día de La Candelaria, en forma de mitra episcopal el de San Blas.
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